Existen diferentes tipos de quistes, el más frecuente es el epidérmico. Es un nódulo benigno que puede aparecer en cualquier área del cuerpo, pero es más común en la cara, el cuello y el tronco, que son regiones con una mayor acumulación de glándulas sebáceas. Es un nódulo visible y palpable como una bolita debajo de la piel. Puede ser doloroso, dependiendo de su ubicación en el cuerpo, pero esto no es muy común. Si hay infección, el quiste puede ponerse rojo, caliente, doloroso y puede haber secreción purulenta.

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Tratamiento

Por lo general, es un procedimiento simple, según el tamaño y la ubicación del quiste. Se realiza anestesia local, incisión y extracción, lo que genera una cicatriz. En muchos casos, se requerirá terapia con antibióticos. Por lo tanto, dependiendo de la ubicación del quiste y las características de cómo se comporta, hay una indicación de extirpación quirúrgica.